Era un miércoles por la madrugada, llegaba exhausta del trabajo justo en el momento en que el reloj marcaba la media noche. Me dejé caer sobre la cama, mi mente estaba agitada, llena de preocupaciones y pensamientos que parecían no tener fin. Revivía momentos del pasado, repasaba errores y me sumergía en posibles escenarios futuros, tratando de encontrar respuestas a mis inquietudes.... Sin embargo, para intentar huir, cogí mi teléfono movil y, como siempre, comencé a ver videos al azar en un fallido intento de huir a mi propria mente. Fue en ese momento cuando la melodía de "Another Love" de Tom Odell empezó a sonar.
Fue ese el gatillo que me hizo recordar estos diez últimos años de mi vida. No pude evitarlo, mis ojos se comenzaron a humedecer y de la nada, estaba llorando nuevamente.
Recordé que en un tiempo yo te amé, te amé con todas mis fuerzas, hasta doler... Recordé como me sentía cuando te veia, cuando te conocí por primera vez. Todo, absolutamente todo, volvió a aparecer en mis recuerdos.
En aquellos tiempos, nuestra relación estaba marcada por la clandestinidad y la necesidad de ocultarnos de mi familia. Sus restricciones y prohibiciones nos empujaron a buscar lugares secretos donde pudiéramos encontrarnos. Aquel café escondido se convirtió en nuestro refugio, el escenario de nuestros encuentros fugaces.
Dos amantes sedientos de amor.
Era amor. Amor a primera vista.
Con el tiempo, las circunstancias cambiaron y tuvimos la libertad de estar juntos de la manera adecuada, esos primeros momentos de amor a escondidas dejaron una huella imborrable en nuestra historia.
Ya a mis 22 años perdí mi virginidad contigo y, aunque fue la experiencia más horrible de mi vida, fue increíble porque lo había hecho con alguien que amaba y me hacía sentir segura. Todo iba realmente bien pero, de repente, poco a poco, mi brillo se fue apagando contigo. Comenzaste a tener unas actitudes extrañas, de la nada todo te molestaba, todo lo que yo hacía o decía, parecía ya no agradarte. Intentaste siempre moldearme a tu manera, imponiendo tus deseos e expectativas sobre mí.
Me manipulabas a tu antojo, como si fuera una ingenua para creer en todas tus mentiras. Pensaste que nunca te dejaría, que estaría eternamente ciega.
Confiezo que, dejarte, en realidad fue la decisión más dificil de toda mi vida; porque yo no sabia que era una dependiente emocional. Que tú me habías transformado en una persona tóxica y emocionalmente inestable.
Dificil fue enfrentarme con esta realidad.
Perdi mi amor propio
Estaba sola
Sólo te tenía a ti.
Carente y sin nadie; la mezcla perfecta para el desastre.
Como decía una gran amiga, el sol simepre brilla para todos y, en algún momento de nuestras vidas, todo mejora.
Así fue, me dejé de tonterías y reuní el coraje que necesitaba para poner un punto final a nuestra historia de amor. Te dejé. En un instante acabé con todo. Se fueron así 5 años juntos, pero nunca me sentí tan libre como en aquel día.
Difícil fueron los siguientes meses, ya no te tenía. Yo era como una drogadicta con el mono; te necesitaba porque eras mi droga, sentía que contigo lo tenía todo, pero en realidad era solo dependencia emocional.
Eso es lo que las drogas hacen con nuestro organismo, nos enganchan de tal manera, que nos deja viciados y ya no podemos vivir sin ella. Dependencia total.
Así como existe cura para salir de ese mundo de drogas, también lo hay para el desamor. Con esfuerzo, con las personas indicadas en tu vida y con mucha dedicación, toda dependencia se puede ultrapasar.
Hoy estoy sana. Dejé el pasado atrás y es donde debe estar.
Crecí, pero no gracias a ti.
En este proceso conocí a un ser humano increíble y que me demostró que se puede volver amar, no de la misma forma como yo te amé a ti, porque era un amor tóxico. Él me enseñó volver a creer en el amor saludable. Saber que él no es mío ni yo soy de él. Que somos libres e independientes.
Crecí con él. Gracias a él yo continuo aun viva y tengo objetivos. Me hizo y me hace creer que puedo ir más lejos y que no necesito de nadie para conseguirlo.
Tú podias haber sido el amor de mi vida, pero él es y siempre será, el hombre de mi vida.
Después de 5 años,
Elliot.